Cómo hacer el plan de parto

Cómo hacer el plan de parto

Hoy quiero hablaros de un tema del que yo no tuve constancia hasta el final de mi embarazo y creo que es primordial: el plan de parto. El plan de parto es un documento legal escrito en el que podéis expresar vuestras voluntades durante el proceso de alumbramiento y primeras horas de vida de vuestro bebé. Es algo así como “vuestro parto ideal” (ya os aviso que no existe un plan de parto que incluya la opción “rapidito y sin dolor”, lo siento).

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Mamá y bebé tras el parto. Imagen libre de derechos de FreeImages.

La primera vez que me explicaron qué era un plan de parto aluciné un poco. ¿Yo puedo decidir cómo quiero traer al mundo a mi pequeño?, pensé. Pues sí. Podéis y debéis. De esta manera, tendréis un parto más acorde a vuestras expectativas y necesidades y, por lo tanto, un puerperio (o postparto) mejor llevado. Además, para los profesionales que os atiendan también es más ágil y práctico tener vuestros deseos por escrito. Pensad que una vez lleguéis al centro donde vais a dar a luz, lo más probable es que no tengáis ganas de hablar ni de dar explicaciones, así que, todo lo que conste por escrito, mejor que mejor.

Cuando asistáis a las clases de educación maternal, vuestra matrona será la encargada de hablaros y facilitaros el plan de parto de vuestro hospital de referencia. Si no, por internet podéis encontrar varios modelos descargables. Aquí os dejo un modelo oficial que considero que incluye información bastante relevante, así como una orientación de qué prácticas están aconsejadas y cuáles no.

Este documento lo entregaréis en el hospital (se recomienda entregar varias copias) y así durante todo el proceso ya sabrán qué tipo de parto deseáis. Obviamente, el centro en cuestión velará en primer lugar por el bienestar y seguridad de la mamá y el bebé (por lo que los aspectos médicos siempre estarán por encima de vuestros deseaos) pero hay otras muchas cuestiones sobre las que podéis decidir. Eso sí, tened en cuenta que cualquier procedimiento que se lleve a cabo os lo deben consultar, por lo que si algo no os parece necesario o no entendéis alguna cuestión, comentadlo con el personal médico.

¿Qué aspectos incluye el plan de parto? Os pongo algunos ejemplos. Podéis hacer constar quién deseáis que os acompañe o si hay alguna cuestión cultural o idiomática a tener en cuenta. Durante la fase de dilatación, podéis decidir escuchar música relajante; permanecer de pie o dar paseos sin necesidad de estar permanentemente tumbadas; utilizar pelotas de fitness; usar la bañera (hay centros que también realizan partos en el agua, informaros). Cuando llegue el momento de dar a luz, podéis optar por un parto sin medicalizar o por la epidural (hay varios tipos) y decidir cuándo la queréis; podéis elegir parir en la postura en la que os sintáis más cómodas; si queréis usar espejos o cojines; etc. Una vez nazca el bebé, podéis pedir que no corten el cordón umbilical hasta que deje de latir; estar presentes y ayudar en el primer baño del bebé; hacer constar el tipo de alimentación que habéis decidido; si deseáis hacer colecho una vez lleguéis a la habitación; y un larguísimo etcétera.

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Recién nacido y su madre. Imagen libre de derechos de FreeImages.

Como veis, no es poca cosa. ¿Es todo esto tan importante? Para algunas mujeres, ejemplos como los que os he expuesto no son importantes pero para otras, sí. Lo relevante aquí es que tenéis derecho a decidir el tipo de parto que queréis y cómo deseáis que sean las primeras horas (y días) tras el nacimiento de vuestro bebé y esto debe ser respetado. Algunos centros, normalmente privados, no aceptan la entrega de planes de parto. Mi consejo es que directamente los descartéis (ni siquiera es legal que se opongan ya que vulnera unos principios básicos). En mi opinión, un centro que de entrada se niega a ser informado de qué deseáis en un día tan importante, probablemente tampoco lo tendrá en cuenta el día que estéis de parto.

¿Y si cambio de opinión? Todo aquello que deseéis y que conste en el plan de puede ser modificado llegado el momento. Si en un principio pensabais que la música os ayudaría a relajaros pero el día del parto escuchar una sola melodía os transforma en la niña del exorcista, comentarlo; si vuestra idea era permanecer tumbada durante la fase de dilatación pero estáis incómodas y prefería probar otras posturas o que os dé un masaje vuestro acompañante, no dudéis en pedirlo. Es vuestro día.

Quiero hacer un apunte y daros un consejo que me dio mi matrona antes de dar a luz: abrid la mente porque seguramente no tengáis un parto exactamente, punto por punto, como habíais imaginado. Pero los cambios pueden ser para bien, así que no os cerréis en banda ya que durante todo el proceso de alumbramiento pueden intervenir muchos factores que os hagan cambiar de opinión. Yo por ejemplo no contemplaba que M. naciera por cesárea hasta que en la semana 37 vimos que aún seguía de nalgas (quería venir al mundo de culo, literalmente) y fue un bajón muy grande. Pero al final todo fue sobre ruedas y la recuperación, mucho mejor de lo que imaginé. Por cierto, pronto os explicaré qué debéis esperar de una cesárea.

A las futuras mamis os deseo “una hora cortita”, como dicen las abuelas. A las ya mamás, ¿qué tal fue vuestra experiencia? ¿Respetaron vuestras voluntades? ¡Contadnos!

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